Kiko Veneno

Kiko Veneno, el broche de oro del III Ciclo de Música entre barricas

Kiko Veneno es uno de los artistas pioneros en fusionar, de manera renovadora, el flamenco, el pop y el rock acercando a los públicos de diferentes estilos musicales.

En 1975 formó junto a los hermanos Rafael y Raimundo Amador el grupo Veneno, en el 77 editan su primer disco de titulo homónimo, considerado por la crítica especializada más exigente, uno de los más influyentes de la historia de la música española de finales del siglo pasado. En 1979 colaboró en el mítico disco “La leyenda del tiempo” de Camarón de la Isla, siendo autor de la canción Volando voy. En 1982 publicó su primer LP en solitario.

Durante los 80 hizo canciones para Martirio y colaboró en el programa La bola de cristal como compositor y cantante.

En 1992 con “Échate un cantecito” logró vender 300.000 copias, un disco que marcó y sigue marcando a una generación con canciones como Echo de Menos, Joselito, Lobo López, Mercedes Blanco…, en 2006 fue homenajeado en un concierto especial con motivo del  Heineken Día de la Música en Valencia por muchos de sus compañeros de profesión: Julieta Venegas, Albert Plá, Muchachito, Raimundo Amador, Josele Santiago, Los Delinquentes, La Excepción, Christina Rosenvinge, La Mala Rodríguez, Tomasito, Caraoscura, Jota Planetas… En 2007 actúa en el Festival de Benicassim coincidiendo con el 30 aniversario de “Veneno”, y funda junto a Jairo Muchachito, Canijo y Ratón de los Delinquentes y Tomasito, el grupo “G-5”.

En 2012 el Ministerio de Educación y Cultura le otorgan el Premio Nacional de Músicas Actuales por su labor como impulsor de los sonidos mestizos.

Compra tus entradas para el concierto de Kiko Veneno

17 € anticipada en entradasgo.com
Fecha y hora
Viernes de 1 de junio a las 21:30 horas
Lugar
Museo del Vino de Toro Pagos del Rey Av. de los Comuneros, 90 49810 Morales de Toro
Precio de la entrada
17 € anticipada en entradasgo.com y en taquilla

José Mercé

José Mercé pone el duende en el tercer ciclo de Música entre Barricas

José Mercé conoce e interpreta el flamenco como nadie, y con su espectáculo flamenco nos repasa los palos más conocidos y que interpreta con suma maestría. Nos canta una malagueña, una soleá, unas seguiriyas, unos fandangos, unas alegrías y una bulería de Jerez junto a un guitarra flamenco y dos palmeros. Al final del espectáculo siempre nos deleita con alguno de sus éxitos en una versión muy flamenca cuando el público lo pide (Aire, Al Alba,…).

Con 17 álbumes publicados desde su debut en 1968, José Mercé ha mantenido la esencia pura del cante y la ha mezclado con versiones flamencas de Manu Chao, Luis Eduardo Aute, Víctor Jara, Louis Armstrong, Pablo Milanés, los Pop Tops y Joan Manuel Serrat, para situarse como un artista clave de la música española, rompiendo fronteras y llevando su música no sólo a la audiencia flamenca, sino alcanzando también a un público más joven, amante del pop. 

José Soto Soto (José Mercé) es bisnieto de Paco Luz y sobrino de Manuel Soto “Sordera”, patriarca del flamenco jerezano. Tras cantar de niño en la Escolanía de la Basílica de La Merced de su ciudad (de ahí le viene el nombre artístico), sus primeros pasos artísticos los dio en los Jueves Flamencos de Jerez y en el tablao gaditano La Cueva del Pájaro Azul. A los 13 años llegó a Madrid (“Cobraba 500 pesetas al día cantando en Torres Bermejas”, dice) para grabar su primer disco producido por Manuel Ríos Ruiz. Estuvo en la compañía de Antonio Gades, participó en 1981 en la película Bodas de sangre, de Carlos Saura, colaboró con el Ballet Nacional, ganó el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba en 1986, volvió a trabajar con Saura en el filme Flamenco en 1995…

José Mercé debutó 1968 con el álbum Cultura jonda 14. Bandera de Andalucía. Años más tarde llegaron trabajos importantes como Verde junco (1983) junto a Tomatito y Enrique de Melchor, Caminos reales del cante (1987), Hondas raíces (1991) y Desnudando el alma (1994). En 1998 comenzó su salto a la popularidad con el álbum Del amanecer, producido por el guitarrista Vicente Amigo, alcanzando un éxito sin precedentes en el flamenco que continuó con Aire (2000) que alcanzó el Doble Platino y Lío (2002), que el propio Mercé define como “un disco hecho con el corazón”. Más tarde llegaron Confí de fuá (2004), Lo que no se da (2006), un Grandes éxitos (2007) y Ruido (2010). En febrero de 2010, Mercé recibió la Medalla de Andalucía, distinción honorífica que reconoce los méritos del cantaor.

Con más de 600.000 discos vendidos en los últimos 15 años, el cantaor jerezano es un artista que ha sabido transmitir como pocos que el flamenco es para todos, llevándolo a la máxima popularidad sin perder esencia ni profundidad. José Mercé es la verdad del flamenco llevada a las grandes audiencias, especialmente desde que en 1998 publicó Del amanecer, un álbum que, según el flamencólogo José Manuel Gamboa, “convirtió a José Mercé en un artista de masas, colocándolo a la cabeza de la movida jonda”.

Compra tus entradas para el concierto de José Mercé

22 € anticipada en entradasgo.com
Fecha y hora
Viernes 11 de mayo a las 21:30 horas
Lugar
Museo del Vino de Toro Pagos del Rey Av. de los Comuneros, 90 49810 Morales de Toro
Precio de la entrada
22 € anticipada en entradasgo.com y en taquilla

Rulo y la contrabanda

Rulo y la contrabanda inauguran el tercer ciclo de Música entre Barricas

Cuando Raúl Gutiérrez Andérez, Rulo, concluyó sus dos anteriores discos de estudio, Señales de humo (2010) y Especies en extinción (2012), ambos bajo la marca Rulo y La Contrabanda, estaba convencido de que eran, cada uno en su momento, su cima artística. Y tenía razones de peso para pensarlo.

De entrada, aunque en esa suerte de universidad que fue La Fuga se forjaron sus cimientos musicales y compositivos y aprendió a llamarle «dulce hogar» a la inhóspita cuerda floja, hasta que no se fugó de allí ―el otrora paraíso se volvió un penal― no empezó a ofrecer la verdadera dimensión de su talento.

Por otro lado, lo infrecuente es encontrar un artista con una vocación auténtica que no considere que su última obra es la más lograda, ya que esa pasión es la que lo empuja a poner en cada peldaño que asciende lo mejor de cuantas armas posee: alma, inteligencia, oficio.

No necesito preguntarle a Rulo si la historia se repite y El doble de tu mitad, su tercer disco de creación, que aparece después de cuatro años sin canciones nuevas, es el punto más alto al que, hoy por hoy, puede llegar en su doble faceta de músico y escritor. Y no necesito hacerlo porque ya me lo dicen sus letras, que huyen más que nunca del lugar común y aspiran a la literatura, y su música, un estupefaciente combinado de trueno y seda.

Nos hallamos ante un destilado sustancioso y preciso de todo lo atesorado en las más de dos décadas que Rulo lleva haciendo de la música un modo de vida, que no es ni mucho menos lo mismo que una profesión.

Tal progresión no sorprenderá a quienes han seguido de cerca su andadura, pues Rulo pertenece a la sagrada estirpe de los creadores que jamás dejan de buscar porque ambicionan seguir creciendo mientras aquello que hacen continúe siendo necesidad vital y no negocio. Es Rulo, sí, un buscador de atmósferas, de imágenes, de riffs capaces de poner en pie a los desconsolados y a los suicidas.

Sentenció Sartre que la emoción es una transformación del mundo. Rulo persigue en las once canciones que integran este disco que la percepción del mundo de quien las escucha se ensanche, y lo cierto es que muchas veces lo consigue. Es decir, que nos emociona. Y lo hace con la forma, fiera como la pólvora del Salvaje Oeste, y con el fondo, en donde es el vulnerable corazón quien gobierna.

La diferencia más notable entre el pop y el rock es que el primero se escribe con cursivas y el segundo con negritas. En El doble de tu mitad el trazo grueso es el rasgo predominante en lo musical y exige la etiqueta de «rock». Sucede, sin embargo, que sus textos están escritos con pluma de cisne, lo que unido a la elegancia de la voz, inusual entre la fauna roquera, hacen de él un trabajo de espíritu mestizo en el que lo mismo sobreviene un ciclón que corre una estimulante brisa. ¿Es entonces Rulo rara avis? Como todo artista entero, por supuesto.

El guitarrista Carlos Raya es quien firma la producción, y bajo su batuta las canciones suenan limpias como agua de manantial. Junto a él, que se ha encargado a su vez de parte de las guitarras, los músicos que han contribuido a que la máquina rule son Coki Giménez (batería), Candy Caramelo (bajo), Alejandro Climent (teclados) y sus inseparables «contrabandistas» Dani Baraldés, alias Pati (guitarras), y Adolfo Garmendia, más conocido como Fito (coros). Todos ellos demuestran una capacidad única para coronar las piezas en bruto que el samurái jefe lleva al campo de batalla del estudio de grabación.

En cuanto al fondo, Rulo, a diferencia del común de los letristas, que siguen anclados en el desamor, ha sido lo suficientemente original y desprejuiciado como para clavar la mirada en el amor.

Dejando a un lado la canción de apertura, «Tu alambre», y ese sonoro hasta nunca que es «Vivir contigo era un blues», El doble de tu mitad es, aun en sus versos más crudos, aquellos que inciden en los ineludibles tira y afloja que acontecen en toda relación de pareja, un canto al amor. El disco celebrante, purificador y luminoso de alguien que atraviesa un momento de dicha personal y profesional y no puede evitar contárnoslo cantándolo.

A Rulo, que llegó a «cagarse» en el amor y lleva el símbolo de la noche, una luna, marcado en la piel, ya no le llaman los bares (o él hace oídos sordos) y ahora casi siempre se le hace tarde. Eso no le impide tener bien presente que el cometido de todo artista merecedor de ese nombre es el de permanecer vigilante ante cualquier asomo de las musas, que suelen manifestarse, las muy putas, a traición.

De la misma manera que Sting despertó en mitad de la noche para apresar al piano «Every Breath You Take», que penetró en sus sueños como un regalo divino, no me cuesta nada imaginar a Rulo abandonando la cama en plena madrugada para echarle el lazo al esqueleto de la confesional y épica «Me quedo contigo» (a la memoria de Manolo Tena) o al sufriente propósito de enmienda que es «Noviembre». O anotando en salvadoras servilletas de bar versos sueltos de lo que luego sería «Me gusta», explícita declaración de amor con ropajes de AC/DC, o el bosquejo de «La reina del barrio», metáfora sobre el alzhéimer que le sirve de paso para homenajear a un Benedetti transido de nostalgia. O dándole vueltas y más vueltas ―triples saltos mortales― a un título capaz de encerrar palabras que encienden la sangre y que acabaría siendo un monumento a la brevedad: «M».

De Rulo poco más puede añadirse. Aquel que ofrece todo un concierto descalzo es alguien que morirá, seguro, con las botas puestas. Aquel que tiene en su altar mayor de deidades paganas a san Sabina y a san Robe de ningún modo puede errar en la elección de un adjetivo ni desconocer los mil sinónimos de «contigo» y «sin ti», orilla y altamar de nuestra especie. Aquel que no ha logrado sacar de sí a Venecia desde que la pisó por vez primera está condenado a crear belleza.

Belleza como la contenida en este El doble de tu mitad, en donde están, vivísimos, el rock de los perfectos contrarios y el rock del deseo que, al igual que aquel rayo al que cantaba el poeta, el del más furioso amor, nunca cesa.

Rock sólido y revitalizador. Rock para reír y cantar y no dejar de moverse, pero también para pensar y emocionarse. Para notarse ―saberse― multiplicado o dividido, según la canción y el momento.

Rock & Rulo, en fin. Pasen y sientan.

Javier Menéndez Flores
Mar en calma de agosto, 2016

 

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17 € anticipada en entradasgo.com
Fecha y hora
Viernes 4 de mayo a las 21:30 horas
Lugar
Museo del Vino de Toro Pagos del Rey Av. de los Comuneros, 90 49810 Morales de Toro
Precio de la entrada
17 € anticipada en entradasgo.com y en taquilla